Para nuestra familia el deshidratador ha sido una gran herramienta, ya que nos permite realizar cierto tipo de preparaciones que preferimos consumir creadas por nosotros. Hace un tiempo que nos alimentamos conscientemente y con muchos alimentos “raw” o crudos. Los ajustes de temperatura del deshidratador no perjudican ni dañan nutrientes, enzimas y mantienen el potencial propio de los alimentos sin cocinarlos. Por otro lado, Epalim, en especial María José, fue fundamental para que el proceso de compra/venta fuera rápido, efectivo y muy satisfactorio.